Trombosis Venosa

Este padecimiento se origina cuando la sangre forma trombos (coágulos) en la luz de las arterias o venas, los cuales provocarán síntomas muy diferentes dependiendo del vaso de que se trate. En este apartado hablaremos de los que se forman en las venas.

Las trombosis venosas se dividen en 2 grupos: La tromboflebitis superficial y la trombosis venosa profunda.

Consiste en la formación de trombos (coágulos) en el interior de las venas superficiales que son las que se encuentran justo por debajo de la piel. Es provocada por golpes, inyección de alguna sustancia irritante, en venas varicosas, etc. clínicamente observaremos el trayecto de la vena indurado (endurecido), doloroso, hiperémico (rojizo), inflamado localmente, pero lo más importante es que abarcará sólo un segmento y debido a que no son venas profundas, no habrá riesgo de alguna otra complicación cuando se ha corroborado por su médico que el trombo (coágulo) está limitado. El tratamiento en casos no complicados se basa únicamente en anti-inflamatorios locales, analgésicos, vigilancia, y no ameritan anticoagulantes, ni reposo absoluto.
Es la que afecta al sistema venoso profundo, que es el más importante ya que transporta aproximadamente el 85% del volumen total de sangre de las piernas hacia el corazón, a diferencia del superficial, éste se encuentra en planos profundos por lo que no es visible y se localiza junto a las arterias, nervios, huesos, etc. Los coágulos pueden formarse por diversos motivos como serían los periodos de reposo prolongado (personas confinadas a cama, o que realizan viajes largos), lesiones directas (accidentes, golpes, quemaduras) y alteraciones o cambios en la sangre ya sean temporales o definitivos (embarazos, ingesta de hormonales, trombofilia, etc.) éstos provocaran el estancamiento de la sangre la cual ya no puede pasar por las venas principales y observaremos un aumento muy importante del volumen de toda la extremidad (edema) debido al congestionamiento sanguíneo, siendo éste, el síntoma principal. Además del edema (hinchazón), otros síntomas serán el dolor y los cambios de coloración en la extremidad. Esta enfermedad requiere de un tratamiento inmediato ya que mientras más oportuno se realice el diagnóstico, la probabilidad de complicaciones disminuirá y los resultados serán mejores.

El tratamiento inicial estará basado en el reposo, anticoagulantes, anti-inflamatorios, en ocasiones cirugía y posteriormente el uso de medias elásticas de compresión graduada. Por tratarse de una enfermedad de la circulación, el angiólogo y cirujano vascular será quien atienda este tipo de padecimientos.